13/jul
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FERNANDO ROMERO PRESENTA UN ‘PIERROT LUNAIRE’ POCO CONVENCIONAL Y ‘CON MUCHO BAILE’

En él conviven, ‘porque lo tengo en casa‘, la danza contemporánea, el flamenco y la inquietud coreográfica. Fernando Romero es Premio Benois de Danza en 2011, no lo olvidemos: es el Oscar de esta disciplina. Y, como coreógrafo y bailarín, ha colaborado en varias ocasiones con la Diputación de Sevilla, tanto con Itálica como en producciones que la Diputación ha realizado para la Bienal de Flamenco (‘Paseo por el amor y la muerte‘, una adaptación de La Divina Comedia, entre ellas).

En el Festival Internacional de Danza de Itálica 2015 este creador va a poner el broche de oro, en el escenario del Claustro de los Muertos del Monasterio de San Isidoro del Campo, mañana martes 14 y el próximo jueves 16, con ‘Pierrot Lunaire, una pieza poco convencional, porque se desarrolla con música que no está pensada para danza, lo que conlleva una exigencia importante para el coreógrafo y para el público espectador. ‘Lo que os aseguro es que vais a ver muchísimo baile‘, avanza Romero durante la presentación de su creación a los medios de comunicación sevillanos.

CREAR DESDE LA CONMOCIÓN

Tengo que agradecerle a Itálica y a su directora artística, Victoria Guzmán, que programen desde el riesgo. Esto no es habitual en los tiempos que corren, con una crisis en la cultura que lleva a los programadores, ya sean públicos o privados, a ir a lo seguro, a aquello que provoca la respuesta favorable del espectador. Yo pre-estrené esta obra hace dos años, con motivo del centenario de la composición, en el Teatro Sierra de Aracena, y, cuando Itálica me la acogió me puse loco de contento, porque pensé que se me quedaría en el cajón, porque hoy se busca un tipo de programación que no favorece a la cultura ni a lo que es la profundización del artista en otras materias que no sean las convencionales‘, se queja Romero.

‘Pierrot Lunaire’ está basada en los 21 poemas surrealistas de Albert Giraud, que inspiraron a Arnold Schönberg una música, dentro de la corriente del atonalismo expresionista, que Stravinski consideraba que era una de las dos obras que han marcado más la estructura musical del siglo XX. ‘Y la de la danza del siglo XX‘, señala Fernando Romero, quien añade: ‘A mí lo que me sedujo, al margen de lo que significa como obra musical, intelectual y filosófica, es que el compositor hubiera confesado que no la había hecho para gustar al público, sino por sus ansias de romper con lo convencional‘.

Desde esta filosofía empecé a trabajar en la idea coreográfica. A partir de ahí, creo que hay dos cosas que me conmueven. Una es que, al tratarse de música que no está hecha para la danza, el movimiento, el baile, son los más idóneos como transmisores para que llegue mejor al oyente, para que se cree mucha más riqueza para el espectador. Y, segundo, porque se rompe el icono de Pierrot como payaso melancólico, ensimismado y mirando a la luna con su viola, ese canon de la Comedia Francesa. El Pierrot de Giraud y de Schönberg es un poeta, bebedor, que va con prostitutas y practica rituales de desenterrar a los muertos… Creo que Schönberg hizo esta obra porque los poemas le autoretrataban y quiso llevar al extremo la expresividad de las voces y de los instrumentos‘, continúa explicado Romero.

También el artista ha querido extremar la expresividad del movimiento en esta obra. ‘Con esta obra, por sus singularidades, me salgo un poco más de lo convencional que yo hago, pero no busco tampoco una ruptura en sí de mi estilo concreto. Lo que me resulta más difícil en esta obra es afrontarla desde mis 46 años, porque son 50 minutos y físicamente hago un ejercicio muy intenso y duro. Una de las partes más importantes de esta obra es la parte física. Hay baile a porrillo, hay una gran tensión en lo que se refiere al baile‘.

Aprovecha Romero su madurez creativa y sus años en los escenarios para lanzar un mensaje a los jóvenes con esta obra: ‘El baile, la danza y el movimiento hay que seguirlos aportando. Y, para ello, se necesita entrenamiento, se necesitan clases. Llegar a una especialización que el espectador pueda apreciar en el escenario. Cincuenta minutos en un escenario, bailando solo, pueden resultar excesivos, por eso hay que echarle agallas. Yo utilizo muchísimos estilos y muchos lenguajes. Hago un repaso por varias técnicas diferentes, según me han ido sugiriendo la lectura de cada uno de los poemas‘.

Durante el encuentro con los periodistas, Fernando Romero ha destacado también que la iluminación, creada por Florencio Ortiz, está adaptada para el Monasterio de San Isidoro del Campo por Guillermo Suero. El vestuario está diseñado por Margarita Ruesga y la música la interpreta Ensemble Musique Oblique, bajo la dirección de Philippe Herreweghe y con la voz de Marianne Poussier.

Toda la información sobre ‘Pierrot Lunaire’, incluyendo enlace directo a la venta de entradas, está aquí.

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