18/jun
Victoria Moriche
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‘Del tiempo tiempo y la danza’, la exposición viva de Juan Carmona Vargas en la Casa de la Provincia para #Itálica2021

La muestra estará acompañada de las intervenciones de danza de Sandra Ortega & Seifeddine Manai, Natalia Jiménez y Álvaro Frutos.

La Casa de la Provincia se abre como espacio al Festival de Danza de Itálica 2021 con la inauguración el sábado 26 de junio a las 12:00h y la intervención de los 3 creadores coreográficos.

El pintor Juan Carmona Vargas (Jerez, 1965) presenta su última obra en una exposición titulada “Del tiempo y la danza”. Esta exposición consta de 58 pinturas en distintas técnicas; es una nueva vuelta de tuerca en su trayectoria, más centrada anteriormente en el paisaje, siendo un acercamiento a la danza contemporánea, no con la pasión por la belleza del cuerpo humano de la tradición griega, sino centrando la atención en el espacio, en ese fondo donde un mundo puede surgir gracias al vacío, esa universal e indefinible fuerza creadora. Como se podrá apreciar en la exposición para él lo fundamental en la pintura es el “Aire y la Luz”, todo lo demás, dibujo, gama cromática, textura, composición está supeditado a lo anterior. Algunas de estas obras fueron expuestas con el Ayuntamiento de Jerez dentro del Festival de Jerez 2020.

El título de la muestra hace referencia a que si bien en la danza, el tiempo discurre en una sucesión de secuencias, en la pintura el tiempo gira sobre sí mismo para ser pura ilusión; captando el pintor a los bailarines como sombras que vienen de esa parte secreta de nosotros mismos que la obra de arte ayuda a descubrir. Para él la danza aún conserva ese poder ancestral y ritual donde los participantes, poseídos como las marionetas, parecen tener otro nivel y poseer otro estado de conciencia. Aquí aparecen obras donde se puede identificar o no, a Teresa Navarrete, Rocío Molina, Israel Galván, María M. Cabeza de Vaca, Raquel Madrid, Janet Novas, Yinka Esi Graves o Manuela Nogales entre otros, pero no son retratos. Su interés no se ha dirigido al artista en cuestión sino hacia su creación.

Dice el autor “me gustaría llevaros más allá de los bailarines y sus espectáculos, del espacio que habitan. Llevaros hacia el palpitar de la línea, el aliento de la mancha, el temblor del mismo papel porque he descubierto que la danza solo se deja pintar mediante la representación de su aliento, siendo el resultado manchas, trazos y salpicaduras que danzan y dejan huella del tiempo y en él. Pero yo desconozco de donde vienen estas figuras, estas damas radiantes y alucinadas, estos bailarines casi incorpóreos que las fotos de Luis Castilla, Javier Fergó o Ana Palma, me han traído a mi caballete. Estas miradas cómplices que a lo largo de todos estos años me han acompañado y han sido mi punto de partida, junto a mi propia experiencia como espectador.”

María González, gestora cultural especializada en danza contemporánea y comisaria de esta exposición nos indica al respecto en su presentación: “Juan refleja en su pintura la fascinación por las líneas, por el dinamismo y por el ritmo de estos cuerpos en movimiento. Sus imágenes inacabadas entre el expresionismo y el vacío expresan lo intangible y me sugieren una impresión luminosa de eternidad. Sus pinturas se me revelan como una manera acertada de acercarse a la danza y de sentirla”.

Emilio Rosales, escritor y profesor de Estética e Historia de la Filosofía de la Universidad de Sevilla, nos dice en el texto introductorio a la exposición: “No es que el pintor desdeñe el secreto que late en el movimiento de los bailarines, pero quizás ha comprendido la imposibilidad de adueñárselo. Vuelve, por ello, atrás y busca, en otro lugar. Mira hacia la propia pintura, reducida a su esencialidad.“

Nos gusta recordar las palabras que el escritor José Manuel Benítez Ariza le dedicó en su última exposición: “Su permeabilidad respecto a la palabra poética, su espiritualización, su ligereza; se trata de una simplicidad arduamente conseguida y que presupone haber recorrido toda una tradición. Se trata también de un pintor maduro que no aspira ya tanto a exhibir sus recursos, como a que el espectador los dé por supuestos tras una aparente sencillez y que refleja las aspiraciones depuradas de un hombre de mediana edad que interroga a la vida y sus misterios y no espera respuestas aparatosas o rimbombantes, sino simples atisbos de una verdad que no se deja formular.”

Bajo el título DEL TIEMPO Y LA DANZA está el deseo de Juan Carmona Vargas de crear obra a partir de una selección de fotografías de danza. Inicialmente, la fuente de inspiración del trabajo de este artista, ha pasado por el filtro de la mirada sensible de Luis Castilla, fotógrafo especializado en artes del movimiento. En su trabajo de reportero gráfico, Luis capta este momento álgido, especial, fuerte, clave del espectáculo. La fotografía como una síntesis subjetiva del espectáculo. A medida que la obra pictórica ha ido ampliándose, el pintor Carmona ha acudido a fotografías de otros autores permitiéndole adentrarse en otros géneros de danza, como el Flamenco o plasmar formas grupales. Estas nuevas imágenes aportan volúmenes y formas que pasan a enriquecer las miradas sobre el cuerpo en movimiento. En este proceso del espectáculo a la foto y de la foto a la pintura, Juan añade otra capa de subjetividad. Selecciona una foto y traslada estos cuerpos en movimiento a otros paisajes creando así nuevas narrativas.

En este viaje que parte del espectáculo en vivo a la fotografía y de la fotografía a la pintura, estas pinturas son ahora, en el marco del Festival de Itálica, fuente de inspiración para los bailarines y coreógrafos, Sandra Ortega & Seifeddine Manai, Natalia Jiménez y Álvaro frutos quienes, a partir de estos nuevos significados, bailaran nuevas historias inspirado por estas pinturas DEL TIEMPO Y LA DANZA. Se desvela así unos diálogos entre las diferentes expresiones artísticas como son la fotografía, la danza y la pintura en un enriquecimiento mutuo. Los pases de estas intervenciones están disponibles en la sección programación de nuestra web.

BIOGRAFIA JUAN CARMONA VARGAS

El pintor Juan Carmona Vargas nace en Jerez de la Frontera en 1965. Es de vocación temprana y básicamente autodidacta. Ha residido en Sevilla desde 1992 hasta 2020, menos tres años que estuvo residiendo en Estados Unidos donde realizo varias exposiciones. Actualmente vive en San Fernando (Cádiz) donde tiene su estudio.

El Louvre, el Prado y la misma naturaleza son las tres ramas donde residen sus verdaderos maestros. Técnicamente aprendió gracias a los tratados de Max Doerner, Ralph Mayer y su propia experiencia.

Su pintura nace de estar cara a cara con el misterio de donde parte toda creación incluida la Vida misma. Y esto solo la intuición sabe decírselo. Su pintura no comulga con el conceptualismo, pero tampoco con la estética y decorativa abstracción geométrica o con el hiperrealismo descendiente del más caduco “Art Pompier”. Para él lo fundamental en la pintura es el “Aire y la Luz”, todo lo demás, dibujo, gama cromática, textura, composición está supeditado a lo anterior. Su factura refuerza el nivel abstracto de la imagen sobre el nivel descriptivo, para mirar hacia la propia pintura, reducida a su esencialidad, es decir, a lo primigenio en ella: trazo, gesto, mancha… De forma progresiva, desde unas premisas más ligadas al naturalismo y la belleza, su interés ha ido evolucionando hacia una estética cercana al concepto del vacío y la expresión, propio del arte oriental, chino o japonés. La mancha es lo fundamental en ese mundo que se encuentra entre la abstracción y la figuración y que parece está siempre rehaciéndose, el resultado, colores, trazos y salpicaduras que danzan y dejan huella del tiempo y en él.

Sus principales exposiciones individuales las ha realizado en la Diputación provincial de Sevilla con el Festival de Itálica, en la Galería Haurie en Sevilla y con el Ayuntamiento de Cádiz, Jerez de la Frontera, El Puerto de Santa María y Ubrique. También en la sede central de RTVA de Sevilla así como con la Fundación El Monte y la Caja San Fernando. Ha participado en exposiciones colectivas realizadas en la Galería Asorena de Madrid, Centro Andaluz Arte Contemporáneo de Sevilla, Galería Carmen de la Calle en Jerez y Aduanaen Cádiz,entre otras. A nivel internacional ha expuesto en el Gran Mercado de Arte Contemporáneo (GMAC), en las galerías Ailleurs’Studio y Galería Saint-Roch en Paris.  También en Montecito Frame Gallery de California. Igualmente ha colaborado con Mes de Danza (Festival Internacional de Danza Contemporánea) y trabajado en la restauración de la Plaza de España ambos en Sevilla. Ha participado en la ilustración de las revistas literarias “Renacimiento” y “Pliegos de contemporáneos” entre otras.

Actualmente expone y trabaja en tres series pictóricas, “Del Tiempo y la Danza” sobre danza contemporánea, “Visiones de un Mundo Flotante” inspirados en los grabados japoneses Ukiyo-e, y “El Latido y la Furia” que reúne su obra paisajística. Además, dirige y realiza tres colecciones de libros de artista pintados por él en colaboración con poetas como José Mateos, Pedro Sevilla o Francisco Bejarano titulada “Hojas de Caña”; con fotógrafos como José Tamayo, Zakaria Ait Wakrim, Lola Gutiérrez o José Miguel Carmona titulada “Visiones del Tuerto”, además de otra colección de libros pensados para la creación literaria cuyo título es “Libros Iluminados”. Las tres colecciones son ejemplares encuadernados, manuscritos e ilustrados sin edición alguna, los textos han sido transcritos a los libros de puño y letra por los autores de los poemarios. Estas características los convierten en unos actuales códices iluminados.

Más información sobre la sobre las intervenciones de la exposición en este enlace.

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