La Cía. americana A.I.M. presenta un montaje «de cuatro piezas» en Itálica

Las piezas Strict Love, The quiet dance, Show Pony y Drive, se representarán en Itálica los días 2 y 3 de julio, a partir de las 22:30 horas

La compañía del coreógrafo estadounidense Kyle Abraham, A. I. M., aterriza los días 2 y 3 de julio en el Teatro ROmano de Itálica (Santiponce), para presentar las piezas Strict Love, The quiet dance, Show Pony y Drive, dentro de la programación del Festival Internacional de Danza de Itálica 2019, organizado por la Diputación de Sevilla.

La agrupación A. I. M., que deriva de su anterior denominación, Abraham In Motion, tiene como objetivo crear un trabajo “interdisciplinario y evocador”. Teniendo en cuenta esta premisa, no debe resultar extraño su apuesta por mezclar estilos y disciplinas. Su creador y el alma de la compañía, el coreógrafo Kyle Abraham, es un ejemplo de esta búsqueda de una identidad a partir de la influencia de diversas fuentes. Nacido en plena cultura del hip-hop a finales de los años 70, Abraham recibió formación clásica, estudió violonchelo, piano y artes visuales.

Su trabajo se basa en el sonido, el comportamiento humano y los aspectos visuales, usándolos como puntos de partida para una investigación coreográfica en, llevada a escena, adopta la forma de una danza inclasificable en la que se encuentran elementos del ballet y las danzas urbanas, con bailarines que interpretan registros que van del hip-hop a las formas más elegantes del jazz, el afro o los ritmos electrónicos.

Una muestra de esta forma de expresión artística la encontraremos en las piezas que la compañía trae a esta edición del Festival de Itálica. Strict Love fue creada a mediados de los noventa y ha sido rescatada por el coreógrafo y con música de los Jacksons 5 y Diana Ross; con The quiet dance cambian de registro hacia el jazz, se presenta en formato quinteto y con música de Bill Evans; Show Pony es una vibrante pieza para solista cargada de energía, galardonada con el premio Princess Grace los años 2016 y 2018; el sonido beat de los clubs neoyorkinos sirve de inspiración para Drive, la obra con la que se cierra esta propuesta.