16/jun
Victoria Moriche
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Gloria Martín da color a la imagen del Festival Internacional de Danza de Itálica 2021

La artista Gloria Martín Montaño es Licenciada en Bellas Artes, en la especialidad en Pintura, por la Universidad de Sevilla y Máster en Arte, Idea y Producción. Compagina su incesante labor artística con la docencia, como profesora en la Escuela de arte de Jerez

La Diputación de Sevilla presentaba la pasada semana el cartel e imagen gráfica del Festival Internacional de Danza de Itálica 2021, una edición que destaca por la incorporación a sus espacios escénicos de emplazamientos tan emblemáticos de la provincia sevillana como el Castillo de Alcalá de Guadaíra, o la Hacienda Santa Cruz, en La Rinconada, además del Teatro Romano del Conjunto Arqueológico de Itálica, de Santiponce.

Diputación ha apostado por la artista Gloria Martín Montaño, para la realización de la imagen iconográfica del cartel para el Festival Internacional de Danza de Itálica 2021. Natural de Alcalá de Guadaíra (1980), Martín Montaño es una de las más destacadas artistas en el panorama actual de las artes plásticas españolas, concretamente en el ámbito de la pintura figurativa, habiendo desarrollado una deslumbrante y consolidada trayectoria, con una sorprendente madurez desde sus comienzos. Licenciada en Bellas Artes, en la especialidad en Pintura, por la Universidad de Sevilla, es Máster en Arte, Idea y Producción, y compagina actualmente su incesante labor artística con la docencia, como profesora en la Escuela de Arte de Jerez de la Frontera.

Más de medio centenar de exposiciones colectivas y trece individuales de significativa relevancia en el panorama artístico actual español avalan la carrera de esta artista plástica

Tras el encargo del cartel, la propia Martín, declara que tuvo la idea de reproducir “una imagen atractiva relacionada con el concepto del festival, que partiera de mi investigación artística personal y por tanto que fuera de alguna manera reconocible”, una idea inicial a partir de la que finalmente ha creado una obra, según la autora, con la que ha “disfrutado mucho”, y que autocalifica como “fresca y rotunda”, para la que ha tenido la facilidad de su propio interés personal por la arqueología, “como objetos supervivientes del pasado que llegan al presente para hablarnos de lo que un lugar fue”.

Proceso de creación del cartel del festival

Así, la autora decidió centrarse en el objeto arqueológico donde se encuentra la ménade danzante, la imagen central desde 1984 del Festival: “una figura de deidad femenina, que encarna a una mujer salvaje, origen del mito que evoluciona como la bruja, el imaginario de aquelarres y que se asocia a todo el miedo que a las sociedades machistas les ha dado una mujer libre”. El resultado, después de varios bocetos y pruebas cromáticas, derivó en una obra con unos colores que a la autora recuerdan al verano y que “están inspirados en la cartelería de principios de siglo”, en una obra final de la cual existen dos versiones que se complementan, y que pueden entenderse como “un giro de la columna”, lo que aporta a este resultado mayores posibilidades de adaptación gráfica.

Desde muy joven, el trabajo de Gloria Martín obtuvo un gran reconocimiento, consolidando su formación más allá de nuestras fronteras durante largas estancias en Paris y Bruselas, que le permitieron desarrollar proyectos artísticos y ampliar sus conocimientos. Actualmente cuenta en su trayectoria con más de trece exposiciones individuales, todas de muy significativa relevancia en el actual panorama artístico, realizadas en prestigiosas galerías y centros de arte de nuestro país. Desde su primera  muestra individual del año 2009, bajo el título ‘En la pequeña manzana’, organizada por la Filmoteca de Andalucía, sus proyectos expositivos han sido y continúan siendo muy valorados por parte de la crítica especializada, habiendo realizado otras muestras como ‘La casa de Claudine’ en el espacio Emergente de UNICAJA, en Málaga, o ‘Altar Menor’, en la Galería Silvestre, de Madrid, además de otras realizadas en la Sala Siglo XXI de Huelva, la Galería Silvestre, de Tarragona, o en el Centro de las Artes y la Galería Birimbao, ambas de Sevilla. Igualmente Gloria Martin ha participado en casi medio centenar de exposiciones colectivas, todas ellas  de gran relevancia en el reciente panorama artístico actual, organizadas por  destacados centros de arte de ámbito  nacional e internacional, y por prestigiosas galerías de arte de nuestro país, como el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla, el Rectorado de la Universidad de Málaga, Position Art Fair, de Berlín, la Diputación de Cádiz, el Museo de la Ciudad de Madrid, el Instituto Andaluz de la Mujer, o la Fundación Chirivella Soriano, de Valencia.

El reconocimiento a su trabajo ha venido refrendado a lo largo de su trayectoria por las importantes becas que le han sido concedidas, en apoyo a su formación, de la mano de prestigiosas instituciones, que le han permitido afianzar sus conocimientos y continuar su investigación artística, en muchos casos en el extranjero. Ejemplo de estas son la Beca Mario Antolín de Ayuda a la Investigación Pictórica, la de Artes Plásticas en el Colegio de España en París, del Ministerio de Cultura, o Iniciarte, de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Ello se une a las invitaciones recibidas para disfrutar de estancias de residencia para el desarrollo de sus proyectos artísticos, como la vivida entre 2014 y 2015 por la Maison d’Art Actuel des Chartreaux, en Bruselas. Entre los numerosos galardones y premios obtenidos por esta artista sevillana, destacan el Premio UNIA a la Creación Artística. Universidad Internacional de Andalucía (2016), el Premio de Pintura Club de Arte Paul Ricard (2013), el Premio de Artes Plásticas Universidad de Sevilla (2011), o el LXIII Premio Nacional de Pintura José Arpa, Ayuntamiento de Carmona.

Gloria Martín pertenece a la primera generación de jóvenes mujeres artistas, que, a comienzos del 2000, irrumpieron en el panorama artístico con paso firme y seguro, conscientes de poseer un lenguaje pictórico muy elaborado y todas ellas con una conciencia muy acusada del arte de género, y de la necesidad imperiosa de implantar radicalmente un nuevo concepto en el mundo del arte. Un modelo que reivindica la presencia de las mujeres artistas, que destaque la riqueza de sus propuestas y aportaciones, la complejidad de sus obras, la sensibilidad de sus puntos de vista y, por supuesto la exigencia de que pinturas, esculturas, instalaciones, o fotografías realizadas por mujeres artistas cuenten por igual en las colecciones de arte de museos, galerías y centros culturales. En este contexto destaca, desde sus comienzos, Gloria Martín con una personal iconografía de aparente poesía y sencillez, en la que la reflexión sobre el tiempo y la memoria, la concepción de espacios silenciosos apenas habitados, el uso sobrio del color y el constante diálogo con los objetos y elementos del pasado extraídos de la historia del arte son los protagonistas esenciales de su pintura, con efectos plásticos que resultan de una complejidad y riqueza inusuales.

Son numerosas las obras realizadas por la artista a lo largo de las dos últimas décadas, lo que hacen que su producción se encuentre en diversas colecciones institucionales, públicas y privadas, entre las que se encuentra la colección de arte actual de la Diputación de Sevilla, además de los Ayuntamientos de Sevilla y Cádiz, el Ministerio de Cultural, las Fundaciones Cajasol, Antonio Gala, Cajamurcia o Valentín de Madariaga, la Colección Cervezas Alhambra o la Confederación de Empresarios de Cádiz, entre otras.

A través de un lenguaje figurativo de aparente fácil lectura, Gloria Martín establece en sus obras unas interesantes y complejas propuestas conceptuales. Poseedora de un personal lenguaje pictórico, sus pinturas, de un sereno cromatismo y de una aparente simplicidad, logran una extraordinaria singularidad a través de imágenes de espacios interiores, cargados de poesía,  en los que los  elementos  representados, en su mayoría objetos relacionados con el mundo del arte, aislados o amontonados, alcanzan una  gran carga metafísica, que  suscitan y plantean  una  reflexión sobre el arte y la memoria, la historia del arte, los elementos del patrimonio histórico artístico, su veracidad -el original y la copia-   la huella del arte como legado de las civilizaciones.

Libertad absoluta para el autor o autora

Desde la Diputación de Sevilla se ha apostado en los últimos años por hacer este bienal encargo a artistas de distintos puntos de la geografía sevillana, con el objetivo de poner en valor a los creadores y artes sevillanas, para que sean estos quienes, con su pincel, reflejen a la danza y a la vez el patrimonio histórico provincial.

Una de las características por las que, apuesta la institución desde su primer encargo del año 1984, es la libertad absoluta para el autor o autora, salvo en dos conceptos. El primero de ellos, es la petición porque en esa mezcla entre danza y patrimonio, siempre tenga cabida, como rasgo de identidad, un elemento significativo extraído de una columna historiada encontrada en las excavaciones de Itálica: una Ménade o bailarina de las celebraciones báquicas representadas en esa columna, que se convertirá desde entonces en el icono de identidad gráfica del Festival.

El Festival Internacional de Danza de Itálica está organizado por la Diputación de Sevilla en colaboración con la Junta de Andalucía, y los Ayuntamientos de Santiponce, Alcalá de Guadaíra y La Rinconada.

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