Ubicación

Teatro Romano de Itálica
c/ de la Feria, s/n
41970 Santiponce
Sevilla

Cómo llegar en transporte público

En los autobuses del Consorcio de Transportes de Sevilla. Las paradas más cercanas al Teatro Romano son las paradas ubicadas en la Avda. de Extremadura nº 125 (parada de subida y de bajada a 300m) y Avda. de Extremadura nº 85 (parada solo de bajada a 200m).

Se puede utilizar la tarjeta del Consorcio de Transportes de Sevilla. Permite transbordar a otros modos TUSSAM y Metro con descuentos.

Recomendamos la consulta de los horarios, que pueden variar para tanto para la ida como para la vuelta cada día de la semana.

Ver información y horarios actualizados de la línea en la web del Consorcio

Historia

El teatro de Itálica se localiza al este de la ciudad, extramuros, y apoya su graderío en la ladera oriental del Cerro de San Antonio, elevación sobre la que se disponían los edificios de este extremo de la urbe. Su construcción se inicia en tiempos de César o de Augusto, a principios de nuestra era, y se prolonga hasta más de una centuria después. En el teatro de Itálica se suceden las mejoras y reformas, llegando incluso a erigirse, en tiempos de Adriano (117-138), una capilla para el culto de Isis -”Iseum”- en el pórtico septentrional. El edificio está en uso hasta el siglo IV d.C. y a partir de entonces se inicia un proceso paulatino de abandono. Destruido durante las invasiones bárbaras, el Teatro durante la Edad Media se utilizó como cementerio y posteriormente para fines ganaderos e industriales. A partir del siglo XVII , con el traslado de la villa de Santiponce a las colinas donde se hallaba la vieja Itálica, el Teatro queda oculto bajo el caserío, hasta que se saca a luz en fechas muy recientes. Francisco Collantes de Terán y Delorme, en 1.937, documenta la existencia de restos del Teatro bajo una serie de edificaciones. En 1.970 se procede a una primera excavación, pero no es sino hasta 1.979 cuando se inicia un trabajo de recuperación sistemática.

En su diseño los arquitectos romanos adaptan el modelo griego para crear un teatro cerrado, al modo de los actuales, y sólo el escenario y el graderío quedan abiertos. Su eje mayor mide 98 m. y la superficie del pórtico mide casi 2.500 metros cuadrados. Responde al clásico esquema tripartito: graderío –”cavea”–, escenario –”scaena”– y pórtico de cuatro lados –”quadriporticus”–. La “orchestra” es el espacio semicircular ubicado entre gradas y escenario. La “cavea”, con una capacidad aproximada para 3.000 personas, se divide en tres sectores consecutivos en altura: “summa”,”media” e “ima”; divididos entre sí por corredores. Entre el graderío y la “orchestra” se localiza el “balteus”, un antepecho de mármol ante el que se disponen las gradas para acomodar a los espectadores más notables -”proedria”-. Sobre la superficie del escenario, el “pulpitum”, se desarrollaba la representación y estaba cerrado por una fachada de gran altura, el “frons scaenae”, de varios cuerpos decorados con órdenes arquitectónicos y esculturas. Tres puertas -”valvae”- comunicaban la escena con la plaza porticada posterior.

En el teatro romano tenía lugar la representación de obras trágicas, cómicas y espectáculos de mimo. Ocasionalmente, acogía actividades musicales e, incluso, actos religiosos, especialmente los vinculados con el culto al emperador.

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