Manuela Nogales nos descubre «La piel del tiempo», inauguración de la edición 2015 de Itálica
La creadora Manuela Nogales, pieza clave de la danza contemporánea hecha en Andalucía, será la encargada, al frente de su compañía, de inaugurar la edición 2015 de Itálica. Festival Internacional de Danza con el espectáculo «La piel del tiempo«, que podremos disfrutar el miércoles 1 de julio en el Teatro Romano. Para descubrirnos algunos de los detalles de esta producción nos respondió al siguiente cuestionario:
– «La piel del tiempo» abrirá la programación de Itálica, ¿qué supone inaugurar un Festival de este calado, un honor, un extra de nervios… ? Supone una variedad de sensaciones. Por supuesto, un placer inaugurar un Festival con un enclave y un recorrido de gran reconocimiento y, un agradecimiento por haber situado a mi compañía en ese lugar. Personalmente un disfrute al poder realizar un nuevo proyecto, con un número de bailarines y con música de orquesta en directo, y un gran acto de responsabilidad hacia mi trabajo y hacia el público.
– Este espectáculo pretende aportar un análisis, a través de la danza, del paso del tiempo y sus consecuencias, pero ¿existe una doble lectura? ¿Pretende describir, al unísono, cómo el tiempo afecta tanto a la vida en general como a la trayectoria artística de un balarín, en particular? Yo no diría que es un análisis y por supuesto que tendrá lecturas, la de cada uno de los espectadores. En un espacio como el Teatro Romano se conjuga la que ya no está con lo que está siendo y con lo que no será. Este tema me interesaba, y el miedo y la incomprensión verdadera que tenemos del tiempo, me apetecía compensarla desde nuestra vitalidad, desde el reconocimiento de lo vivo, de lo que se mueve. El movimiento está profundamente conectado con el tiempo, la danza es maestra del dominio del tiempo y a la vez perecedera de él. Supongo que el tiempo nos afecta de una manera diferente a los bailarines porque estamos expuestos a sus efectos y trabajamos con un lenguaje en constante desaparición.
– En ese sentido, ¿nos sirve el arte como coraza ante los ataques de la vida, del tiempo en este caso concreto, o es una (hermosa) batalla perdida de antemano? Para mí el arte, en sus múltiples lenguajes y formas, es nuestra parte más humana. Creo que es un camino auténtico de conexión con lo que realmente somos. Es una desgracia que esté considerado como un accesorio, un artículo de lujo o que sea algo que disturbie, como ha dicho nuestro ministro de cultura, y no como elemento fundamental del desarrollo humano.
– La música de «La piel del tiempo» es de Vivaldi, ¿cómo influye la elección de un compositor tan conocido en el desarrollo de una obra? ¿La condiciona de alguna manera, quizás hubiera sido distinta si se tratara de un autor contemporáneo menos popular? Por supuesto la música de un espectáculo no se elige al azar y sería diferente con cualquier otro autor. La música va en relación con la temática del espectáculo y elegí Vivaldi en relación a ello. La música es una mágica distribución del tiempo y silencio (tan amado por mí), inexplicable cómo sonido y tiempo nos afectan profundamente. La explosión vital de la música barroca siempre me ha conmovido y me gusta también que haya un reconocimiento sonoro del público con quien puedo compartirlo. Vivaldi es una gran herencia que tenemos, como nuestra piel que heredamos generación tras generación y nos reúne en lo que somos.
– «La piel del tiempo» contará con la Orquesta Ciudad de Sevilla, dirigida por Juan Manuel Busto. ¿Provocará su presencia que las sensaciones que este espectáculo pretende describir lleguen de una manera aun más epidérmica al público? Por supuesto, para mí y para el que pueda estar presente es un lujo tener a Juanma y a la orquesta de virtuosos que me ha ofrecido. La música en directo, en este caso con instrumentos de cuerda, mis favoritos, no tiene comparación con la grabada.
– ¿Ha influido el propio recinto, un espacio con tanta historia como el Teatro Romano, en el desarrollo de esta obra? Sí, como explicaba antes, el lugar impone y genera muchas sensaciones. Esa memoria está presente en nuestros cuerpos y somos felices de ser participantes de esta historia, de los lugares primigenios la danza.
– Además de otros nombres habituales en la Cía. Manuela Nogales Danza, para «La piel del tiempo» se realizó un casting. ¿Cómo fue este proceso y qué descubriremos en estas nuevas caras? Me parecía importante abrir esta oportunidad. Realicé un taller para los interesados y de ahí salieron 6 intérpretes que eran las plazas que se podían asumir. El taller de tres días me dio tiempo a ver algo más de ellos que una simple clase, a poder empezar con algunas pautas del espectáculo y ver lo que ofrecían como intérpretes y cómo respondían a mi estilo. Descubriremos personalidades, fuerza y frescura, trabajo y entrega. Y personalmente tienen mi agradecimiento por su generosidad y por su implicación con mi trabajo.
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